Los arándanos ayudan a acabar con la grasa abdominal y a perder peso gracias a las catequinas que poseen.
Los arándanos son una de las fuentes más ricas de proantocianidinas, que disminuyen los niveles de radicales libres que están vinculados con el envejecimiento y las enfermedades.
En estudios con animales, los que recibieron extractos de arándanos tenían menos declive de habilidades motoras y un mejor desempeño en pruebas de memoria que los animales no habían recibido arándanos. Los investigadores llegaron a la conclusión de que los compuestos de los arándanos pueden revertir el declive de las habilidades motoras relacionadas con la edad y algunos casos de pérdida de la memoria.
Previenen las enfermedades urinarias.
Evita el desarrollo de las caries.
Los arándanos están llenos de vitaminas C, E, riboflavina, niacina y ácido fólico y contienen minerales como el hierro, magnesio, manganeso y potasio.
Son una rica fuente de ácido elágico fitonutriente. El ácido elágico ha demostrado capacidades anticancerígenas y material de protección genética.
Puede reducir la probabilidad y severidad de las alergias.
Contienen ácido salicílico.
Son excelentes agentes anti-inflamatorios. Aumentan las cantidades de compuestos llamados proteínas de choque térmico que disminuyen con la edad. Cuando las proteínas de choque térmico disminuyen el resultado es la inflamación y el daño, particularmente en el cerebro.
Poseen propiedades astringentes y gastroprotectivas. Pueden tratar anomalías del sistema del aparato digestivo como la gastroenteritis, inflamaciones intestinales o malas digestiones.
Y lo último pero no menos importante...¡están deliciosos! A pesar de ser algo caros aquí en España (o al menos en la ciudad donde vivo), merecen la pena comprarlos. Yo siempre les digo a mis amigos o familiares que prefiero gastarme dinero en cosas como estas que no en hamburguesas del Mcdonald's. Es mucho más saludable y, aunque no lo parezca, 150 gramos de arándanos dan mucho de sí. ¡Disfrutadlos!
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